Bucaramanga se ubica a 959 m.s.n.m. en un territorio que solía estar habitado por indígenas guanes en épocas precolombinas, colindando con tribus como los yariguíes, chibcha, chitareros, laches y muiscas. En un inicio se estableció Bucaramanga como un pueblo indígena en 1622 y en las cercanías se ubicaron algunas minas para rendir riquezas a la Corona Española. En el siglo XIX se convirtió formalmente en villa, y a fines de ese siglo XIX tuvo que soportar enfrentamientos internos entre artesanos y comerciantes, mientras que en el siglo XX tuvo que sortear la miseria dejada tras la Guerra de los Mil Días. La ciudad siempre logró salir adelante, convirtiéndose hoy en una de las ciudades más importantes del territorio colombiano. Su atractivo turístico e infraestructura hotelera generó gran desarrollo, lo cual con el tiempo llevó a conocerla como "La Ciudad Bonita". Además, cuenta con parques bastante llamativos que le valió su otro apelativo de "La Ciudad de los Parques".